Presentes en el aperitivo y en la dieta cotidiana, los encurtidos no son otra cosa que alimentos sumergidos y conservados en una mezcla de sal y vinagre, preservando durante un largo periodo de tiempo (meses o incluso años) la vida útil y propiedades de una gran variedad de vegetales, frutas y verduras.
Entre los productos encurtidos más comunes y consumidos en nuestro día a día encontramos aceitunas, pepinillos, berenjenas, remolachas, zanahorias, guindillas, alcaparras y cebollitas.