El maíz: lo hemos probado en más de una ocasión y en más de una presentación pero, ¿te suena de algo el teocintle?. Te lo contamos lo que es a continuación.
¡Sí, lo trajeron los conquistadores de América! Eso ya lo hemos aprendido. Pero cuál es el verdadero origen del maíz. ¿Qué fue antes de convertirse en tortilla taquera, antes de estar enlatado o antes de tener forma de totopos para untar el guacamole?
El maíz es uno de los ingredientes más representativos de la gastronomía y la cultura mexicana alrededor del mundo. Pero lo que pocos saben es que desde su origen, esta planta (tal y como la conocemos en la actualidad) ha mutado tanto en forma como en sabor.
Esto no es como el acertijo del huevo y la gallina. En el caso del origen del maíz tenemos claro lo qué fue primero: ¡el teocintle! una variedad de plantas silvestres que fueron domesticadas en Mesoamérica (México, Guatemala y Nicaragua) para dar origen a maíces criollos como los que conocemos y degustamos en la actualidad.
La domesticación del teocintle fue realizada por las civilizaciones prehispánicas que, seleccionando tanto plantas como semillas y cruzando distintas variedades de teocintle, llegaron a dar como resultado el maíz que consumimos hoy.
Como dato curioso, en la actualidad aún es posible encontrar teocintle silvestre y sus múltiples variedades.
El maíz y sus múltiples beneficios para la salud
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Fuente de fibra que mejora la digestión y fuente de calcio que fortalece el sistema óseo.
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Bajo en grasa y calorías.
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Contiene betacaroteno, un poderoso antioxidante que combate los radicales libres.
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Rico en ácido fólico, que mejora la salud de las uñas y el cabello, además de ser fundamental para las mujeres embarazadas.
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Rico en vitamina B que mejora el funcionamiento general de las células del organismo.
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Es una fuente natural de energía, gracias a la gran cantidad de carbohidratos que tiene.
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Contienen niacina, la cual ayuda a conservar en buen estado la piel y sistema nervioso.
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