Pese a existir una amplia oferta en España de
tortillas mexicanas auténticas, muchos consumidores nacidos o que han vivido en México siguen “extrañando” las tortillas que comían en México.
Si bien es cierto que hace unos años había un gran diferencia en los estándares de ingredientes de producción de tortillas mexicanas en España, hoy por hoy no podemos decir que las “tortillas de allá” son mejores o peores que las de aquí. De hecho, los fabricantes en la mayoría lo eran en México antes de emigrar y lo hacían con la misma maquinaria que lo hacen ahora.
Poca gente en un “test ciego” podría distinguir una tortilla hecha en México que una fabricada en España, si sabe dónde buscar (claro está que no vale cualquiera). De cualquier manera ese añoro hacía las tortillas mexicanas “de allá” es un sentimiento muy sencillo de entender. Si en México hay tortillerías en las que gustan más las tortillas, ¿como no va a pasar comparando al otro lado del charco? Y es que sea o no un factor psicológico, para muchos las tortillas mexicanas saben mejor cuando están recién hechas…
Si crees tener un público que apreciaría la experiencia de consumir tortillas mexicanas recién hechas, y no conoces la
harina de maíz Maseca, sigue leyendo porque verás que no hace falta maquinaria compleja ni especializarte en la producción para ofrecer a tus clientes tortillas mexicanas “caseras”.