El chipotle no es un tipo de chile en sí, sino que surge a partir de un proceso de maduración de otro chile, los más habituales el jalapeño y el serrano. Pasado el tiempo de maduración se aliña y se ahuma, generalmente en una parrilla en un proceso largo a una temperatura baja, hasta lograr el color rojo oscuro que lo caracteriza.
El chile chipotle se utiliza como adobo para darle un sabor picante y ahumado a una gran variedad de platillos mexicanos, además de ser protagonista en muchas recetas típicas mexicanas, como por ejemplo el mole.
En Europa es un chile que está de moda a la hora de diferenciarse en la categoría de salsas. Tenemos muchos clientes que a su oferta básica de ketchup, mostaza y mayonesa agregan al lado un botecito de la
salsa chipotle La Costeña, cada vez más demandada.