1.-
Chile seco Ancho: vienen del chile poblano, que es la versión fresca del chile seco Ancho, aunque también recibe otros nombres dependiendo la región de México donde se consuma. Para secarlos se pone justo al momento de su madurez y su picor es débil, aunque si tiene un sabor fuerte. Se usa para preparar salsas de chiles y adobos.
2.-
Chile Seco de árbol: se le conoce con este nombre, ya que la planta dónde crece es más alta que la de otras especies. Cuando los chiles están tiernos son color verde, pero al secarse se vuelve de un color rojo oscuro y brillante. Es más común consumirlo seco que fresco, ya que su sabor intenso es ideal para salsas martajadas y antojitos mexicanos. En cuanto a su picor está en un grado medio y al consumirlo el cuerpo libera endorfinas que provocan sensación de bienestar.
3.-
Chile seco guajillos: este chile forma parte de la familia del chile mirasol y existen diferentes variantes de esta familia. Es considerado uno de los chiles menos picosos, incluso puede tener un sabor poco dulce esto dependerá de cada platillo. Sus principales usos en la cocina mexicana son: para la elaboración del pozole rojo (platillo mexicano muy típico de la región de Guerrero) también es usado para el menudo y diferentes adobos.
4.-
Chile pasilla: el nombre que recibe este chile al estar seco, fresco se le conoce como “chile chilaca” pero al igual que el chile de árbol es más común utilizarlo seco. Es de color café-negro y arrugado. Se utiliza principalmente en la famosa receta de mole y en diferentes adobos, así como en guisos de pollo, res y cerdo, es uno de los ingredientes principales de la sopa de tortilla.